Había dejado blogger por tanto tiempo porque pensaba que
no tenía nada que decir. Después de dos años de ausencia me doy cuenta de que
tengo mucho que contar y no son historias sacadas de mi imaginación. Así es el
caso del post más abajo donde hablo de Alina que me toca de cerca, porque Alina
no es un personaje sacada de mis fantasías de aspirante a escritora sino una
mujer en carne y hueso y su historia no es un caso aislado. Día a día cientos
de mujeres de todos los países sufren en silencio el mismo mal. Una gran parte de los hombres cree que su
pareja es una propiedad y egercen sobre ella además de violencia física,
violencia psicológica y verbal. Aunque sea solo psicológica y verbal es siempre
otro tipo de violencia contra la mujer.
Lo primero es reconocer los primeros síntomas, cosa un
poco difícil porque una vez que descubres el problema éste está allí desde hace
mucho tiempo y no sabes cómo liberarte.
El mensaje es no debes quedarte callada, acudir a lugares donde
te puedan ayudar, si es necesario incluso a la policía, porque tú mujer no
debes permitir que te humillen, ni que hagan sentir menos o inferior. No
permitas nunca que te digan lo que debes hacer, solo por hecho de haber nacido
mujer. Defiende tu derecho a opinar y a ser tú misma.
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